Diego Velázquez, “A Rendição de Breda”, óleo s/ tela (1635) |
De Breda a Madrid a cortesia pode manter-se e até haver, finalmente, uma Europa mais forte e solidária
Excmo. Sr. Herman Van Rompuy(Para ler a carta completa — PDF)
Presidente del Consejo Europeo
Bruselas
Excmo. Sr. José Manuel Durão Barroso
Presidente de la Comisión Europea
Bruselas
[...]
... es esencial que os líderes europeos pongamos de manifiesto nuestro compromiso decidido y contundente con la moneda única. Es decir, es necesario deja[r] claro que, a medio plazo, la unión reforzará su arquitectura institucional común. Ello, sin duda, supone avanzar en la integración o, si ustedes lo prefieren así, mayor cesión de soberanía, en particular, en los ámbitos fiscal y bancario.
En el ámbito fiscal, ello supone crear una autoridad fiscal en Europa que pueda dar una orientación a la política fiscal en la zona euro, que armonice las políticas fiscales de los Estados Miembros y que permita un control de las finanzas centralizado, además de ser la gestora de la deuda europea. Un compromiso en esta línea daría una señal de confianza en el euro imprescindible en el momento actual.
En el ámbito bancario, es necesario contar con una supervisión a nível comunitario y uno fondo de garantía de depósitos común.
No es necesario decidir ahora cómo lo haremos. Basta con manifestar el compromiso con este objectivo y ponerse a trabajar en ello para diseñar un plan, un calendario y unas condiciones para consecución. El futuro del euro, depende de que demos inicio a este debate. No será un camino fácil, pero es un objectivo ineludible en torno al cual todos debemos estar de acuerdo. Esta “Unión fiscal e bancaria” se impone ya como inaplazable objetivo en el proceso de construcción europea. La reunión del Consejo Europeo del 28 y 29 de junio próximos es una oportunidad inaplazable para ello.
Atentamente,
Mariano Rajoy Brey
Presidente del Gobierno de España
Por mais que o primeiro ministro de Espanha tentasse esconder, a rendição de Madrid a um bem maior chamado Europa está claramente expressa na carta que escreveu a Bruxelas.
Depois da Espanha, com Chipre e a Itália na bicha do resgate, parece que nos encaminhamos rapidamente para o famoso end game de que tanto falam os cronistas ingleses e americanos. No entanto, o fim deste jogo pode ser algo diferente do que os emissores imparáveis de dólares e libras esterlinas, e os especuladores da laia do JP Morgan, esperam. Em vez do colapso do euro poderemos desaguar finalmente numa União mais consciente das cedências nacionais imprescindíveis ao bem comum.
É claro que a Alemanha aparece neste xadrez como uma estratega vencedora, mas o preço, para ela e para todos nós, será sem sombra de dúvida muito grande: mais austeridade ainda (que a ser excessiva e prolongada pode matar o doente — como parece provar o efeito mortal da deflação japonesa, assinalado por Albert Edwards/Peter Tasker), dolorosas reformas estruturais e a negociação absolutamente imprescindível dum Novo Pacto Social Europeu, que assegure ao mesmo tempo a liberdade, a cultura, a racionalidade económica, a saúde das pessoas, a solidariedade entre gerações e uma cooperação inteligente com a Natureza de que somos parte, mas nunca fomos nem seremos, nem mestres, nem donos.
Última atualização: 13 jun 2012 19:53
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